Cualquier embarcación que
permanezca en el agua, necesita un mantenimiento para tener siempre un buen
funcionamiento y velocidad óptima.
Saludos, soy Fabricio Pimentel y
estaremos hablando en esta entrega sobre este “enemigo natural” de la industria
marítima, su fuerte resistencia y el descubrimiento que nos traerá consuelo.
Un casco sucio o en mal estado,
crea unas fuerzas de arrastre innecesarias que ralentizan su barco. El
crecimiento de vegetación y fauna marina sobre su casco puede obstruir tomas de
agua, que a su vez, pueden sobrecalentarse o incluso destruir los motores de la
embarcación.
Vamos a ser un poco más directo
en cuanto a la infección en el casco
hablaremos en específico de la molestia per se.
Es imposible visitar una zona
costera y no verlos. Se pegan a las rocas, a los muelles, a las embarcaciones y
hasta a las ballenas. Los balánidos o bellotas de mar son una plaga para las
industrias marítimas, pero también los pequeños guardianes de un secreto: el
del adhesivo más fuerte y resistente de la naturaleza.
Enfocandonos directamente en el
casco de los barcos, buques, yates, lanchas, cargueros, tanqueros, cruceros
etc. vamos a ver como surge esta bacteria que los afecta.
Esto nos trae a una primera
pregunta: ¿Por qué se ensucia el casco de mi barco? Debemos tener claro
que cuando nuestra embarcación, una vez
que se sumerge en el agua entra en un fenómeno natural que hace que esta se
ensucie. La suciedad coloniza de forma rápida apoderándose de todo lo que
encuentra a su paso, por lo que para prevenir este problema se ha de usar un
producto o tipo de pintura especial. Esta colonización es, sin lugar a dudas un
ciclo biológico, que comúnmente se conoce como contaminación biológica.
La siguiente pregunta: ¿Cómo
funciona este ciclo?
Vamos a detallarlo
cronométricamente:
A los segundos: Tan pronto como
la embarcación se ha sumergido, diminutas partículas orgánicas se adhieren.
Resaltamos que estas partículas no son vivas.
A los minutos: Los primeros
organismos vivos empiezan a “colonizar” el casco de nuestra embarcación (este
es el principio del daño). Partículas se adhieren a nuestra embarcación
preparando el terreno para que se adhieran las distintas bacterias que se encuentran
en el fondo marino.
A las horas: Ya las bacterias
empiezan a aumentar y empiezan a crear colonias, las cuales crecen de forma
exponencial de una forma muy rápida, de forma que no nos damos cuenta.
A los días: Las microalgas hacen
su aparición. Estas se adhieren a nuestro casco por la alimentación de las
bacterias. Dependiendo del tipo de alga que sea y de su color, seremos capaces
de ver una capa de color en el casco, lo que se denomina la película de grasa.
2 meses aproximadamente: Las
algas más grandes, macroalgas, ya son visibles fácilmente. A estas alturas
todavía no existe una capa incrustante (como la que conoceremos más adelante)
en el casco, por lo que estas algas se podrán separar con un cepillado o de
forma suave, con agua a presión podremos deshacernos de ellas.
Después de 2 meses: Empiezan a
surgir los organismos que nos darán los mayores problemas a la hora de navegar.
Las especies incrustantes empiezan a adherirse, por lo que nuestro casco puede
ser dañado. Los ejemplos más comunes son las conchas, percebes, balánidos
calcáreas.
Hablemos un poco de los balánidos
(balanus) o bellotas de mar:
El pegamento que utilizan estos
parientes de los sabrosos percebes fue descrito por Darwin hace ya 150 años,
pero se desconocía su funcionamiento. Las bellotas de mar no crecen toda su
vida en el mismo lugar. En su estado larval son pequeños crustáceos que navegan
libremente y cuando les llega la hora de crecer, eligen un lugar apropiado y se
adhieren a él de por vida, segregando una sustancia similar al cemento.
Es, como dije antes, imposible
visitar una zona costera y no verlos.
Hasta ahora se sabía que esa
sustancia estaba formada por dos componentes, un líquido aceitoso formado por
lípidos, y el adhesivo en sí, una fosfoproteína que se endurece hasta formar un
material resistente en extremo. Los biólogos creían que ambos líquidos se
combinaban, pero la observación con nuevas técnicas de microscopio electrónico
han aclarado que el primer líquido, en realidad, funciona como una capa
hidrofóbica que permite al siguiente asentarse sobre la superficie.
El descubrimiento abre la puerta
a nuevos adhesivos más potentes y capaces de funcionar en condiciones extremas.
Además, el descubrimiento permitirá diseñar pinturas para barcos sobre las que
estos microorganismos no puedan adherirse. Las bellotas de mar se adhieren al
casco de los barcos y dificultan su navegación. Se calcula que estos pequeños
crustáceos generan un gasto de unos 7.500 millones de dólares anuales en
combustible extra para las embarcaciones.
Cuando la incrustación está en
nuestro casco, debemos de tomar medidas y aplicar el producto y técnica
apropiada ya que puede ser dañado el casco como podemos ver en las tristes
imágenes. Si quieres saber más sobre los productos y técnicas para limpiar el
casco de tu embarcación, te invito a que leer nuestra próxima entrega donde con
la misma profundidad tocaremos el tema.
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