Saludos queridos lectores, soy Fabricio Pimentel y en esta entrega vamos a considerar un recuento cultural que a la vez también es histórico dentro del marco del el culto y el arte que son tradición en nuestros pueblos dominicanos.
Con ello veremos también la relación que tiene con algunos eventos actuales y qué le depara el futuro artístico y de culto de nuestro país.
El inicio de todo esto se remonta a 500 años atrás cuando aún nuestra isla era virgen,cuando vivían los taínos.
Comenzamos con el AREÍTO
Los taínos constituían el grupo étnico principal de la isla La Española al momento de la llegada de los Europeos. Se trata de un pueblo que llegó procedente de América del Sur, específicamente de la desembocadura del Orinoco.
El Gobierno era un estado Supranacional y la llegada de Cristóbal Colón fue el 5 de diciembre de 1492.
Los Areítos eran ceremonias de celebración o conmemoración, un modo de conservar y transmitir las costumbres. Participaban todos los integrantes de la comunidad, como observadores o danzantes.
Se realizaban ante los sucesos importantes de la comunidad, tales como: bodas, nacimientos, funerales, buena cosecha, salud, festejos de victorias, eventos del pasado, o agasajo a visitantes. Cabe resaltar que durante las fiestas nadie trabajaba, solo se disfrutaba.
La ceremonia la iniciaba el cacique, entonando canciones que todo el pueblo escuchaba con atención. La gente bailaba individualmente o se tomaban por los brazos formando hileras mientras repetían los cantos.
Gonzalo Fernández de Oviedo describe la ceremonia en "Historia General y Natural de las Indias" (1535) aquí un pequeño fragmento:
"Tenían estas gentes una buena y gentil manera de memorar las cosas pasadas y antiguas y esto era en sus cantares y bailes, que ellos lo llaman arreítos, que es lo mismo que nosotros llamamos bailar cantando..."
Los Instrumentos musicales eran:
• El Tambor "mayohuacan", hecho de troncos ahuecados o caparazones de tortugas. • La maraca "sonajeros", hechos con higüero, palos y piedras.
• El güiro "raspador".
• Una especie de silbato realizado con la caparazón del caracol.
Seguimos con el GAGÁ
Queridos lectores, en los campos de República Dominicana, particularmente las zonas de caña y bateyes, hay una manifestación cultural de sincretismo religioso que tiene su origen en tradiciones haitianas.
El Gagá es un culto socio-religioso que se practica en distintos bateyes de nuestro país, aquel es de procedencia haitiana.
Su verdadero nombre es Rará, porque los haitianos gutarizan la R, se ha convertido en Gagá, de acuerdo al escritor Otto Mayer Serra, (citado por el maestro Fradique Lizardo, danzas y bailes folklóricos dominicanos, pagina 289).
El culto por la propia naturaleza de los bateyes, es ya dominico-haitiano, ¿por qué?
Porque los bateyes dominicanos son escenarios durante toda la Cuaresma, con paradas de Ga-Ga, donde dominicanos y haitianos bailan de este ritmo musical donde predominan los tambores y los fututos.
Entre sus rituales y ceremonias están los de iniciación, sacrificio, protección, bautismo, bendición y purificación. La participación de sus integrantes se basa en "promesas" que duran de tres a siete años. A su interior se presenta el fenómeno de la asociación espiritual o el "trance" en ciertas personas, según las circunstancias.
Amigos, tenemos que resaltar que no hay datos precisos sobre el primer grupo de “gagá” en la República Dominicana. Pero éste es el país donde mayor impacto ha tenido esa tradición después Haití.
Este baño de cultura e historia sigue con PALOS Y ATABALES
Las fiestas de palos están presentes en todas las manifestaciones de religiosidad popular los palos o atabales llegaron a la Isla con los esclavos negros importados desde África por los colonizadores españoles.
Desde entonces constituyen el ritmo folklórico y popular más enraizado en el pueblo dominicano.
Baile que se practica en todo el territorio dominicano, ha sido considerado como baile nacional por el maestro Fradique Lizardo debido a su extensión geográfica en todo el país.
Se toca con los instrumentos musicales que reciben diversos nombres: Palos o atabales, canutos, cañutos, cañones, juanveces, palitos, quijombos, quijongos, etc.
Se asocia a las celebraciones de casi todos los santos grandes del santoral dominicano, debido a que en cada lugar se hace una fiesta diferente.
Generalmente tiene un rey y una reina que recuerda los reyes de los cabildos o cofradías, asociaciones en que los esclavos trataban de protegerse; también se practica en las fiestas de los luases y cada uno de los seres lo baila a su manera.
Siempre los bailan parejas sueltas que en ocasiones se pueden tocar el hombro o por los codos y es muy agradable de ver este baile por las personas mayores a quienes les gusta participar.
La historia, el folklor y la cultura misma nos traen al CONVITE DOMINICANO
Fue un grupo musical dominicano que, entre los años 1972 y 1977, se dedicó al rescate y la reinterpretación de los ritmos folclóricos de la isla de Santo Domingo.
En la segunda mitad de la década de 1960 se desarrolló en América Latina y España el fenómeno musical de "la nueva canción" como una manifestación cultural fruto de la turbulencia social y política presente en aquellos años.
En ese contexto histórico, podemos ubicar los orígenes del grupo Convite al despuntar la década del setenta. Por esa época, Luis Días se trasladó de Bonao a Santo Domingo con la idea primaria de estudiar psicología en la UASD.
Haciendo vida universitaria conoció al poeta José Rodríguez con el que conformó un binomio donde José aportaba las letras y Luis las musicalizaba.
En 1972, a instancia de Dagoberto Tejeda, sociólogo y antropólogo, se fundó formalmente el grupo. Para ello se incorporaron Ana Marina Guzmán, como segunda guitarra y voz, los percusionistas Miguel Mañaná, José Castillo e Iván Domínguez además de José Enrique Trinidad.
Convite se planteó el rescate y la revalorización del folklore musical de la Isla, empresa arriesgada en un entorno social que tendía a menospreciar la presencia de la herencia africana en su cultura.
Lo relevante queridos lectores es que el grupo Convite constituyó un equipo de trabajo que fue más allá de lo meramente folklórico y musical.
Sus investigaciones sobre las raíces de la música y la cultura dominicana, permitieron valorar la importancia del aporte africano en dicha cultura.
Su disco "Convite convida" fue incluido en la lista de "Los 100 álbumes esenciales de la música Dominicana", que publicó la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) en julio de 2013.
En este punto, en donde más que fiestas tradicionales con las que se resaltan las grandes riquezas que ha traído nuestra sociedad vamos a hablar un poquito sobre una que hoy en día es muy especial para muchos y de provecho para otros.
Las fiestas de LAS MERCEDES
Los dominicanos celebran cada 24 de septiembre el día de la Virgen de las Mercedes, “La Patrona de los Dominicanos”. El título mariano la Merced se remonta a la fundación de la Orden religiosa de los mercedarios el 10 de agosto de 1218, en Barcelona, España.
Su culto se celebraba el 8 de septiembre pero en 1740, por Real Cédula, su festividad fue cambiada para el 24 de septiembre.
Con la Independencia de la Nación Dominicana, en 1844, la Virgen de las Mercedes fue declarada como Patrona de la República Dominicana.
En el país, su santuario se encuentra en un pequeño cerro, el Santo Cerro, a cuyo pie se encontraba la antigua ciudad de La Concepción de La Vega (La Vega Vieja).
tra celebración popular que se hace, como regocijo, respeto y agradecimiento a la Virgen de las Mercedes, en la República Dominicana, son las novenas. Se hacen nueve noches de velaciones (novenas). Se terminan el 23 de Septiembre, y el 24 se realiza la celebración general.
Y con eso amigos hemos hecho un breve análisis de algunas de nuestras culturas y fiestas tradicionales a lo largo del tiempo.
La relación que le podemos dar a todos estos estos susodichos eventos es la relevancia que ha tenido en en el transcurrir histórico de nuestro país, las creencias, las culturas, las artes que han surgido son producto de lo vivo que se mantienen estas tradiciones.
Parte de los días NO laborables surgen a partir de estos eventos, el Gobierno Dominicano y las Organizaciones que comprenden y regulan las leyes en nuestro país las respetan mucho.
El folklor dominicano es único y atrayente a la vez, en lo personal, me gusta el respeto que se le rinde a estos ritos independientemente si se cree en ellos o no.
Los mismos Dominicanos viven sus tradiciones, hecho que es muy importante hoy en día, tener fé en la sociedad y mucho más en la nuestra que es tan mixta.
De ahí las fiestas patronales en los pueblos, fiestas de varios días seguidos que muchas presentaciones artísticas culturales traen anualmente en ellos y cada año vuelven a recordarnos que estarán ahí por mucho tiempo.
Orgullosamente debemos de cooperar con el buen desarrollo de aquellas fiestas que a la larga solamente nos sigue identificando como Dominicanos.
Espero que les haya gustado mi artículo, esperen más. Fabrcio Pimentel.
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