Te extraño, verdaderamente me haces falta, desde que te fuiste mis días no son lo mismo, extraño los mínimos detalles que de ti venían, en especial tu hermosa sonrisa.
Hoy me levanté esperando sentir la textura de tu abundante pelo, el olor de tu presencia, la imponencia de tu decencia y lo natural de tu paciencia.
Contigo estaba completo, mi corazón se sentía satisfecho, ardía en mi pecho la pasión que nadie había hecho. Te tenecito.
Quisiera tener la oportunidad, el segundo que cambiara nuestro futuro, hoy seríamos felices, hoy estaríamos juntos. Hoy busqué en los recuerdos y encontré muy poco. Revivo la ilusión y la elimino sin condición, hoy recordé que la muerte es una maldición.
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