La Desesepración de Sofía

Con 25 años, Steven, conoce a la que resultó ser su más grande amor, Sofía, una Mujer de 32 años que trabaja como mesera en un comedor. Steven es desempleado por el momento, trabajaba en un taller que por mala administración llegó a la quiebra.

Desde hace 3 meses Sofía y Steven se conocen, salen a caminar y disfrutan estar juntos, hasta que llega el momento en el que Sofía tiene que irse a casa de sus padres donde vive. Ella es muy apegada al calor paterno, siente que tiene que cuidar a pesar de todo a su madre quien está enferma y no puede dejar sola, de la mano con eso ella se siente en parte cómoda porque es allí donde vive desde niña, sin preocupación alguna.
Muchas veces Sofía llega cansada del trabajo y simplemente no quiere salir, así que invita a Steven a su casa donde se sientan en el balcón para compartir un rato. Es en ese momento en el que Steven se siente un poquito incomodo según él, pues no comparte la idea de Sofía de estar visitándola en la casa de sus padres. El entiende que debe de respetar tanto el lugar como a esas personas, el mismo resalta que tiene mucha vergüenza.
Pasada las 11 de la noche compartiendo Steven y Sofía en la Galería de la casa de sus padres, se intimida la conversación y la escena se torna un poquito más romántica. Entonces Steven besa a Sofía y ella con mucho gusto y ganas le corresponde aquel beso, entre besos y caricias se calienta el ambiente y Steven quiere dar el siguiente paso. Toma saca los senos de Sofía y empieza a besarlos, ella con ganas en abundancia siente mucho placer a Steven hacerle esto y quiere más. Sofía entre las ganas y el deseo tiene vergüenza por el espacio en el momento que lo están haciendo, sus padres están justo a una puerta de ellos y ella tiene que limitarse a no hacer quejidos ni gemidos.
Un tanto incómodo el acto pero placentero. Sigue Steven haciéndole sentir a Sofía sus créditos de hombre y quiere dar otro paso. Mete sus manos por los pantalones de Sofía y ella empieza a sentir como acarician su clítoris y eso, ella encima de Steven el succionando sus pezones. La hace temblar del placer, continuando ella se retuerce del gusto y cierra los ojos y mueve su cuello, Sofía y Steven quieren más.
Aquella Galería fue testigo del grito por placer más fuerte antes escuchado, la desesperación de Sofía fue tan grande que perdió la cordura y se quitó toda la ropa en aquella galería y sólo quería que Steven le diera más y más. Sin Importar la opinión de sus padres hubo un derroche de Gemidos y quejidos, movimientos y caricias. Sofía tuvo uno de sus mejores orgasmos esa noche. Steven nunca abrió la boca, mas se quedó admirado por aquella reacción.

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